Cuando practicamos deporte, una
de las recomendaciones que nos dicen es tomar suplementos de vitaminas y
minerales, pero ¿son realmente necesarias? ¿En qué situaciones se recomienda su
uso?
En primer lugar, tenemos que
tener claro que las vitaminas son esenciales para la formación de energía, la
formación de tejido y para la regulación metabólica.
La vitaminas las podemos clasificar en dos tipos, los
hidrosolubles o solubles en agua y los liposolubles o solubles en grasas y
aceites.
Dentro del grupo de los hidrosolubles,
se clasifican todas aquellas vitaminas del complejo B y la vitamina C; en el
grupo de las vitaminas liposolubles, se encuentras las vitaminas A, D, E, K.
Respecto a los minerales son
esenciales aunque en muy baja concentración, pero su presencia en la dieta es
vital para el correcto funcionamiento del organismo, estructural y
reguladora, y los podemos clasificar en
dos grandes grupos:
- Los mayoritarios: calcio, fósforo, magnesio, cloro, sodio
y potasio.
- Los oligoelementos
o bien elementos traza: hierro, flúor, zinc, cobre, selenio, yodo,
manganeso, molibdeno, vanadio, níquel, cromo, cobalto, sicilio, estaño, boro,
antimonio, arsénico, bromo y litio.
Estas vitaminas y minerales las
debemos recomendar o consumir cuando realizamos algún deporte, pero ¿siempre?
NO, realmente se aconsejan, cuando:
- Los deportistas que viajan durante largos periodos, en
especial a países donde la provisión de alimentos es inadecuada o insuficiente.
- Puede ser utilizados por deportistas sometidos a ingesta
de energía restringidas por periodos prolongados para aquellos que quieren
perder peso.
- Para deportistas que llevan una alimentación restringidas,
y que no pueden o no quieren ampliar su rango de alimentos.
- Y también, son útiles para los deportistas que tienen una agenda ajustada de
competiciones, que alteran los esquemas normales de alimentación.
Pero, no existen evidencias de que la suplementación con
vitaminas y minerales mejore el rendimiento.
Uno de los problemas que
encontramos es que estos suplementos pueden brindar una falsa sensación de
seguridad a aquellos deportistas que no se alimenta en forma adecuada.
Y tenemos que tener en cuenta que
los deportistas que restringen su ingesta total de energía o la variedad de su
dieta están en riesgo de ingerir cantidades insuficientes de vitaminas y
minerales.
Las carencias más frecuentes son
las relacionadas con el déficit de vitamina: D, C, B12, B6 y ácido fólico.
Este déficit se puede remediar
llevando una dieta equilibrada y variada, por ejemplo, la leche, yogures y
quesos, nos proporcionan una abundancia de proteínas, vitaminas y minerales. Es
la mejor fuente de calcio en la dieta del deportista. Este grupo siempre se
recomienda que sea semidesnatado o desnatado.
Fuente: http://www.altorendimiento.com
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